1 de mayo de 2013

Antes de dormir


Olvidar a alguien siempre fue sencillo cuando no lo tenía cerca, cuando no podía confrontar mi fuerza de voluntad ante unos brazos, ante una sonrisa. Era tan fácil.

Tú en cambio te tatuaste en cada célula que me conforma previniendo así casi toda forma de olvido, volviéndoseme imposible pensar en mí sin pensar en ti.


Pero es necesario olvidarte.


Y entonces te olvido, me voy lejos donde nadie sabe que existes y te olvido. Miro caras nuevas, gente nueva y nuevas cosas, nada se parece a ti. Nada grita a ti, sólo mi corazón, sólo los recuerdos y sólo mis nostalgias... Pero yo escojo ignorarlas, es necesario olvidarte.


Se me aferra una esperanza que me dice lo mucho que debes extrañarme, que esperas verme aparecer en cualquier instante por el umbral de tu puerta. Me esperas.


¿Me esperas?


A veces creo que la esperanza debe morir. Otras cuántas estoy segura.


Te olvido a pesar que cada noche vuelves mientras sueño, cómo si reclamaras el trono que intento quitarte. El mismo que yo te di. Te metes en mí y me abrazas.


Pero yo despierto y te olvido.


Irremediablemente y necesariamente...


...te olvido.




[03 de Abril del 2009]


León - Nicaragua.

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