2 de agosto de 2009

Irrelevante

Me pregunto muchas veces qué tanto quería yo a mis amigos de colegio. En el salón éramos cuarenta y dos alman, doce chicas y treinta chicos, lo sé, para nada equilibrado. Me sabía los nombres completos de todos, sabía los teléfonos de más de la mitad y en mi slam (cuaderno de preguntas) habían firmado todos con algo lindo que decir de mí. Sólo discutí con una de ellas en tercero de secundaria al punto de jalarnos de las greñas y dejé de hablar con mi "mejor amiga" durante casi dos semanas en quinto.

Ahora cuando nos juntamos para reuniones apenas llegamos a ser quince y creánme, estoy exagerando. Quedamos apenas tres chicas, a veces cuatro. Eso si, sé que los que tengo seguirán a mi lado siempre y que recordaré a los que casi no veo con mucho cariño por todas las risas que me regalaron y provocaron durante los tres años que conviví casi a diario con ellos.

La línea donde ponía a mis mejores amigos nunca me alcanzaba y para mí todos tenían algo positivo en sus personalidades. Salí hace seis años de ahí y en mi msn actual apenas tengo a ocho del cole. ¡Extraño el cole! Además del clásico "todo era más fácil", también esta el hecho de sentirme acompañada físicamente siempre. Esperar con ansias el recreo de quince minutos para decirle al novio de mi amiga que la esperé a la hora de salida, esperar al segundo para saber la respuesta.

¿Qué tanto se quiere a un amigo que pasa de ser una costumbre diaria a alguien que habita sólo en recuerdos? ¿Por qué un amigo se vuelve un recuerdo? ¿De cuántos amigos míos seré yo un recuerdo? ¿De cuántos amigos dejé de ser un recuerdo?

Definitivamente yo no sirvo para querer, todo se me complica, el amor, la amistad, pffff

Mi mayor y más secreto temor se está materializando sin que me dé cuenta. Me estoy convirtiendo en una página no tan importante del libro de la vida de muchos, y en algunos casos estoy segura que ni a párrafo llego. Lo sé, suena demasiado egocentrista esperar que el mundo me amé y punto.

Quizá algo especial tenga este Domingo que me haga sentir así de irrelevante. ¿Cuántos de mi amigos de cole realmente me querían? ¿Cuántos de los que llamo amigos me quieren?

Seguramente los que crea que sí dirán que no, y gente que a veces ni tomo en cuenta dirán que sí. Porque claro, la vida es experta en ironías e injusticias. Cosas que no tienen buena balanza.

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