3 de julio de 2009

Cuando las preguntas se quedan...

Hace unos años corté una relación con bastantes posibilidades de ser buena por miedo. Definitivamente estaba muy chica para lo que me estaba pasando, era obvio y sigue siendo obvio que no sabía nada de lo que me estaba pasando, me agarro el pánico y corté.

Ahora, sé que tuve pánico. En ese día no lo sabía, creí que lo mejor era cortar por lo sano, seguir mi camino y ser —como lo había sido hasta ese entonces— invulnerable.

Ni siquiera era mi primer novio. Recuerdo con nitidez porqué terminé mi primer noviazgo : Conocí al chico con el que corté por pánico. (Lo sé, soy caótica.)

Si lo pienso en mente fría, ese miedo que tenía es bastante lógico. Enamorarse requiere de darse a conocer enteramente, dar a conocer muchos de tus lados débiles, tus caprichos, tus antojos, tus mayores temores, tus pesadillas, tus sueños y demás. Enamorarse requiere volverse un poco vulnerable. ¡Nadie en su sano juicio quiere ser vulnerable!

Ahora, si se piensa con mente ilusionada, esa persona sería incapaz de hacerte daño. Te quiere. Uno no le hace daño a las personas que quiere. No te hará daño. Puedes dar a conocer tu lado más sensible.

Es raro que, a la edad que tenía, haya pensado en la forma fría, después de todo yo era sólo una chiquilla tonta. Como fuere, tomé una decisión que le hizo bien a mi cabeza y que destrozó mi corazón. No se puede estar bien con Dios y con el diablo.

Años y situaciones más tarde me pregunto si realmente debí cortar. La respuesta obvia es NO —lo sé, ¡si tan tonta no soy a veces! —, no debí cortar por ser asustadiza. Debí ser valiente y arriesgarme, después de todo "él me quería", no me iba a dañar y si lo hubiera hecho, entonces si, habría cortado con él, no tendría todas las preguntas que tengo en mi cabeza y todos seríamos más felices.

Pude —y de esto estoy completamente segura— tener la fortuna de ir a cenar a con él y su familia todos los jueves cerca del Callao, pude sentirme protegida entre sus brazos cada que se le ocurriera bailar en medio de la calle, pude pasar muchos Días del Amor su lado y aprender que un cursi osito de peluche o una rosa roja común también podían hacerme feliz. Pude, pude y no lo quise hacer.

Aún con todo lo escrito anteriormente —y lo que no escribí porque sería demasiado masoquista hacerlo—, la respuesta correcta a mi eterna pregunta de "¿Fue correcto lo que hice?" es SI.

Cuando corté esta relación me sobrevino un sentimiento de culpa que se quedó en mí por años, en las conversaciones siempre resultaba yo la culpable de que nuestros destinos fueran tan oscuros, siempre aceptaba yo mi culpa y me sometía a penitencias increíbles. Supongo que a eso se le puede llamar ser víctima por elección. Quería compensar a como diera lugar aquel "error" que cometí de adolescente.

De no haber cortado pude haber vivido un cuento de hadas, si. Pero cometería errores aun más desastrosos ahora, o al menos eso me gusta creer. De haberme quedado con él, seguramente mi album de fotos mental estaría lleno de recuerdos cursis y melosos, pero me habría dolido más la ruptura con él un año más tarde, dos años más tarde, siete años más tarde.

Él tiene, en la historia de mi vida, uno de los capítulos más extraños, tan lleno de "hubieras" como de "¿por qués?".

No sé si un día tengamos la oportunidad de volver a estar juntos. Yo digo que no. No es por falta de esperanzas eh, tampoco porque crea que es una mala persona, quizá es que por fin he dejado de ser culpable de lo que sucedió. Nuestro tiempo fue aquel y si no lo aproveché (mos), pues que pena y que la vida continue. Aunque claro, por otro lado, nunca se puede decir "de esta agua no he de beber".

El pánico me hizo cortar el inicio de mi relación con él y aun a pesar de muchas noches como estás en las que me cuestiono lo que hice, en el fondo sé que tomé la decisión correcta.

1 comentario:

  1. me gusto tu entrada, creo q no hay que arrepentirse de lo que uno ya hizo,pensa que si hubieras seguido con el capaz no conocias a otros q vinieron despues(?) lo que somos ahora es la suma de muestras decisiones asi que capaz ni nos hubieramos conocido xD,que tontas eramos de niñas ja! yo tmb lo era, es lo bueno de tener esas experiencias,aprendes!! beso te quierooo

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